Visita de nuestros amigos Antonio y Ana

El pasado día 12 de octubre, inauguramos el curso de la Escuela de Formación Permanente de los miércoles en nuestra Parroquia. Y lo celebramos con la visita de nuestros queridos Antonio y Ana, misioneros laicos que tras un periodo de varios años en Ecuador, han vuelto a Jaén para trabajar en la Pastoral de Misiones.


Nos describieron detalladamente la obra que la Iglesia ha venido realizando en Ecuador a lo largo de los años, los logros y las huellas profundas que los españoles han dejado en aquellos pueblos con el respeto, la comprensión, la colaboración desinteresada y el anuncio del Evangelio. Y de forma particular del “Hogar de Belén”, su funcionamiento y algunos casos extraordinarios a los que habían tenido que hacer frente.

Dada la proximidad del DOMUND, tuvimos un coloquio clarificador respecto al significado de Misión: La razón primera y principal de la existencia de la Iglesia.

“Id y anunciad el Evangelio” (figura en la fachada de nuestro templo). Es el encargo que recibimos todos los bautizados: Llevar la Buena Noticia a todos y en todo momento, desde los más cercanos a los más alejados, es decir, empezando por los más próximos y llegando hasta donde a cada uno le sea posible en función de los “talentos” recibidos.

¿Y cómo? Tomando la iniciativa y acercándonos al otro, para escucharle, conocerle, comprenderle y ayudarle en lo posible. Luego, tendremos ocasión de dar razón de nuestra fe con palabras y obras, con humildad y sencillez. Pero con el entusiasmo de la mujer que encuentra la moneda perdida y sale a contarlo a sus vecinas, o el del pastor que encuentra la oveja y corre a decírselo a sus compañeros. El que encuentra a Cristo no se lo puede callar para sí y lo comunica con alegría para que participen también sus amigos de algo tan importante.

Pusieron el acento en la evangelización, pasando a segundo término la puntual colaboración económica. Pues si se siente y se transmite con autenticidad el Evangelio, la solidaridad con los hermanos necesitados no se reducirá al gesto de un día, sino que será permanente.

Y charlando, charlando…dado el interés del tema, nos pasamos de hora entre preguntas y respuestas.

Terminamos agradeciéndoles su visita y deseándoles muchos frutos en su nueva misión.